
A: propósito de mi conversación con Patricia Doval
Yo no se si mi palabra tenga la repercusión de mis sentimientos, yo escribo y pronuncio y nadie contesta, es como que si mi palabra enmudeciera…con el canto no me pasa eso porque existen los ojos y aunque los labios estén cerrados, los ojos hablan y dicen mas que los labios.
Yo mando infinitas cartas, para ver si alguien me recibe en su casa en las tardes a tomar café, escribo de lo que veo y escribo del color, pero casi siempre tomo mi café en soledad…también escribo para viajar, viajo en las manos, viajo en las pestañas, viajo en las preguntas…hay personas que se disgustan conmigo porque las conmuevo, a las personas no les gusta que las conmuevan porque confunden “trémulo” con “temblor” y “amor” con “deseo”. Si a mi me dieran a escoger jamás tendría sexo, me encantaría conocer a las personas desde el amor, pero nadie me cree porque dicen que soy escorpión y los escorpiones nunca quieren ser castos.
Ahora estoy deseando fervientemente vivir cerca del mar, eso mejorara mi palabra porque el mar es espiritualmente esplendido, me agasaja y regocija. Mirando el mar he tenido mis mejores pensamientos, son blancos pensamientos que nada contienen, simplemente se mueven al son de las olas y me acarician en la luz de sus ecos…tengo tiempo que no voy al mar, la ultima vez que fui al mar, había cantidad de gente haciendo ofrendas, yo corría entre los cuerpos, al horizonte la cresta blanca de las olas y la negra amplitud de la noche.
Anoche la lluvia me despertó, parecía que un gran mar se derramaba en la ciudad, cantaros y cantaros de agua caían y golpeaban la ventana con fuerza, por momentos pensé que navegaba, que esta casa era una guardilla y yo navegaba en un mar furioso, todo estaba oscuro y cerrado y la ventana era frágil para parar la fuerza del campanilleo de las gotas, hoy parece que no quedan vestigios de esa tormenta, la gente camina tranquila y a mi que quedo esa sensación de naufragio, siempre ando como atascada en esas figuras, en esos ensueños.
Siento que la cáscara de un violín se apodero de mi corazón y se tensa, se tensa, se tensa hasta hacer de mi corazón una nota, una límpida nota que viaja y hace figuras y es otras notas y se complementa. El aire me contiene, habito el espacio, nuevamente viajo, me voy estando aquí, sin dividirme puedo sentir múltiples realidades, pronto comprobaran científicamente que Dios tenia razón, que el es omnipresente, omnipotente y que siempre lo fuimos y no lo comprendíamos, como lo de mi palabra, carne que se trasmuta, deseo que se materializa…mañana seguro viviré en el mar, y mirare el sol para poder hablar con la cortina de luz que se diluye en los colores… Yo no se si mi palabra tenga la repercusión de mis sentimientos, yo escribo y pronuncio…
México 23 06 03
Yo no se si mi palabra tenga la repercusión de mis sentimientos, yo escribo y pronuncio y nadie contesta, es como que si mi palabra enmudeciera…con el canto no me pasa eso porque existen los ojos y aunque los labios estén cerrados, los ojos hablan y dicen mas que los labios.
Yo mando infinitas cartas, para ver si alguien me recibe en su casa en las tardes a tomar café, escribo de lo que veo y escribo del color, pero casi siempre tomo mi café en soledad…también escribo para viajar, viajo en las manos, viajo en las pestañas, viajo en las preguntas…hay personas que se disgustan conmigo porque las conmuevo, a las personas no les gusta que las conmuevan porque confunden “trémulo” con “temblor” y “amor” con “deseo”. Si a mi me dieran a escoger jamás tendría sexo, me encantaría conocer a las personas desde el amor, pero nadie me cree porque dicen que soy escorpión y los escorpiones nunca quieren ser castos.
Ahora estoy deseando fervientemente vivir cerca del mar, eso mejorara mi palabra porque el mar es espiritualmente esplendido, me agasaja y regocija. Mirando el mar he tenido mis mejores pensamientos, son blancos pensamientos que nada contienen, simplemente se mueven al son de las olas y me acarician en la luz de sus ecos…tengo tiempo que no voy al mar, la ultima vez que fui al mar, había cantidad de gente haciendo ofrendas, yo corría entre los cuerpos, al horizonte la cresta blanca de las olas y la negra amplitud de la noche.
Anoche la lluvia me despertó, parecía que un gran mar se derramaba en la ciudad, cantaros y cantaros de agua caían y golpeaban la ventana con fuerza, por momentos pensé que navegaba, que esta casa era una guardilla y yo navegaba en un mar furioso, todo estaba oscuro y cerrado y la ventana era frágil para parar la fuerza del campanilleo de las gotas, hoy parece que no quedan vestigios de esa tormenta, la gente camina tranquila y a mi que quedo esa sensación de naufragio, siempre ando como atascada en esas figuras, en esos ensueños.
Siento que la cáscara de un violín se apodero de mi corazón y se tensa, se tensa, se tensa hasta hacer de mi corazón una nota, una límpida nota que viaja y hace figuras y es otras notas y se complementa. El aire me contiene, habito el espacio, nuevamente viajo, me voy estando aquí, sin dividirme puedo sentir múltiples realidades, pronto comprobaran científicamente que Dios tenia razón, que el es omnipresente, omnipotente y que siempre lo fuimos y no lo comprendíamos, como lo de mi palabra, carne que se trasmuta, deseo que se materializa…mañana seguro viviré en el mar, y mirare el sol para poder hablar con la cortina de luz que se diluye en los colores… Yo no se si mi palabra tenga la repercusión de mis sentimientos, yo escribo y pronuncio…
México 23 06 03
No hay comentarios:
Publicar un comentario