Reflejos IV

Hay cosas que nunca diré, juegos de palabras desechados para siempre, de uso continuo para cualquiera sobre todo en estos días tan teñidos de contra corrientes. En este tiempo preclaro donde el destino nos ajusta la cuenta y nos hinca de rodillas, este reflejo se impone para que sepamos lo humillante del perdón público.
Hay cosas que nunca sucederán, emociones que nunca sentiré, situaciones que jamás trascenderé, la banalidad es un estigma que debo llevar sin dejar escapar mi corsa soberbia.

Mis sueños he ideas me sobrevivirán y se realizarán sin mi, para bien del mundo y sobre todo de mi misma…