miércoles, 8 de julio de 2009

Siempre llegamos alguna parte...





En la blancura de aquel paisaje que nunca vi,
Bajo la sombra de la luna mas eclipsada,
Sobre la atmosfera de unos ojos vertidos en mi piel…

Reflexiono

La vida cascabel,
La vida pañuelo mágico,
La vida sepultura y placer

El mundo se me escapa de las manos
Y mientras esto sucede
Camino a tientas por unas calles desoladas
Me pierdo en la tierra
Me mojo de lluvia
Muero y resucito
Porque el amor me sorprende cada vez
Y la música es mi salvación.

Aun no se porque escogí vivir en el fuego y en el dolor
Ta vez por estas ansias permanentes de purificación
Y la creencia firme de que los niños son a imagen y semejanza de Dios

Sigo mi camino
Llorosa de emoción
Como si nada hubiese transcurrido desde que tenía nueve o diez años
Allá en La Victoria y caminaba por las aceras silbando
Y pronunciaba el nombre de los pájaros en secreto
Y anhelaba la tarde porque el sol era rojo y la nube me incendiaba los pies

Siempre recé…

Recé porque un camión llegara cargado de caña
Recé para verme mejor en la fila de la escuela
Recé por el tren que pasaba a un costado de mi casa
Recé para irme por y para siempre a la playa

Ahora rezo porque el amor se ha perdido y Michel Jackson ha muerto
Rezo porque todos mienten
Y rezo porque andamos confundidos

Cumpliré cuarenta y seis años, me duelen las piernas
La voz anda quebrada (dicen…digo: que es el polvo de la indiferencia…no se)

tanto ver ya no veo nada
y de tanto perder (que no es exactamente perder, he ganado)

mañana será otro día y la madrugada me sabe a Piazzolla.





Neiffe Peña

1 comentario:

Anónimo dijo...

como siempre muy inspirador lo que escribes, lleno de melancolía visible y oculta
felicidades