Carta a los asesinos de Federico Garcia Lorca

¿Cómo te quedo la mano? ¿Un río de sangre te cruzo los dedos?…la camisa ¿la botaste esa noche? ¿Pudiste dormir después de aquello?, ¿Pudiste comer? ¿no se te amargo el bocado?, aquí, en confianza…¿la vergüenza no fue después tu derrotero? A los poetas no se les mata, ¡que tontos fueron¡. Los poetas son eternos y Federico es un cascabel de estrellas, es una aguja que teje el firmamento. La palabra de Lorca es infinita como son infinitos los puntos cardinales del universo. Los asesinos mueren con su presa, los poetas viven en los ojos de su pueblo. La muerte , la muerte inexorable solo existe para los que no dan vida con su sentimiento, para los que por corazón llevan un odio, para los que creen que una hora no tiene razón ni fundamento.

Federico es un niño que vivirá cien mil siglos amamantado de luceros , es un astronauta de la palabra, un viajero sin regreso, por donde pasa su voz deja abierta las compuertas del amor , porque toreó a la soledad con su pluma libre , porque ofrendo su cualidad, porque negó la tiranía, porque detento la dignidad.

¿Cómo te quedo la mano? ¿Se te arrugaron los dedos?, ¿te quemo el gatillo?,¿se te hizo trisas el espejo? ¿te pudiste enamorar alguna vez?. Se que para ti no hay consuelo, porque Federico vive, es muy popular, es muy querido, sigue haciendo su trabajo tanto como el primer día, se ríe y se enamora, recibe cartas, lo pintan, lo fotografían, lo leen ¡Bendito Dios¡ como lo leen; camina por el parque, es una bandera, es un canto, es una paloma y es un hombre de hojas, infinitas hojas que nos conmueve tanto como la bala que le cruzo su corazón pequeño. Federico se convirtió en un paisaje irrepetible, en un pedazo de nosotros mismos, en el alma cantarina de un oleaje, Federico …dicen que murió abrazado a un olivo

Aquel tiro de gracia fallo…Federico vive para siempre.


Neiffe Peña